domingo, 15 de abril de 2012

Los hombres que NO amaban a las mujeres (ni ellas se querían)


Una vez, conocí a una mujer de esas que presumen el título para el que no se estudia: “Señorita”. Una de esas chicas entregadas a lo “correcto”, a las “buenas” costumbres, al club del sexo hasta el matrimonio, que era conocida socialmente como la “piernas apretadas”; pues juraba y perjuraba que por su mente no pasaba ni el mínimo deseo carnal de un apretón de nalga. 

Esa misma mujer había hecho contacto con su lado más humano, y mortal: Se había dejado llevar por un impulso.
La mujer decencia había ido a parar a una fiesta de múltiples excesos, donde estaría aquel chico que le había propuesto lo más indecoroso de lo indecoroso; aquel chico estudiaba medicina, y siempre le ofrecía un “chequeo” totalmente gratis. 
Ella no había ingerido ni una sola gota de alcohol, ya que decía que iba en contra de sus principios, tampoco había succionado los poderes del cigarro, sólo estaba rodeado de una enorme nube de humo que salía de las enormes bocas fumadoras de sus amigas (que acá entre nos, eran enormemente conocedoras de los mecanismos de reproducción humana)…
Y ahí estaba ella, en el baño con un hombre con los pantalones abajo… ¿Qué como había llegado hasta ahí?; Prefiero brincarme esa parte de cómo sucedió tal descontrol mental, pues yo también bebí esa noche, y lo olvidé todo… Pero los chismes son de entrega inmediata…
Continuará...

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